Sobre mí

Descubre tus habilidades y saca al artista que llevas dentro


Hola, soy Rafa ¿pintamos?

«Yo es que no sé dibujar…» lo he escuchado cientos de veces. En jornadas formativas diversas en las que, por un momento, invitaba a dibujar a las personas participantes. Lo he escuchado también en amigos a los que les he dado mi rotulador para que saquen «su magia» en el diario de nuestro viaje. O simplemente, cuando estás en la playa y trazas con tus dedos en la arena un pulpo, una caracola o una estrella de mar.

De verdad, no entendía por qué dicen eso…hasta que, en uno de mis talleres sobre la gestión de los residuos para personas mayores que hacía, puse a mis queridas alumnas a dibujar para presentarse, nada complicado. Pero a una de las participantes le tembló el pulso y se puso a llorar sin ni siquiera poder hacer una línea.

Fue demasiado para ella. Era una persona que dejó de dibujar en la adolescencia, a pesar de que era una de las aficiones que más le gustaba. Pero en aquel momento, tuvo que pasar a ayudar en casa y a olvidar todo lo relacionado con la creatividad, nunca más volvió a ser valorada. Cuando le ofrecí el trozo de papel y el lápiz, se le vino todo encima y fue incapaz de hacer una línea. Una vez tranquila, hablamos y me decía que sería juzgada por lo mal que lo hace, pues llevaba 60 años sin dibujar absolutamente nada y lo iba a hacer muy mal…

Dibujar es tan fácil como pasar un lápiz por un papel

Desde pequeño, mis apuntes y libros de la escuela y el instituto están llenos de dibujos. Posteriormente estudié biología en la universidad y descubrí que mis dibujos enriquecían los apuntes de cualquier asignatura, el potencial estaba claro. No hay día en mi trabajo que no tenga dibujos por todos lados. En la lista de tareas, en los apuntes de una reunión o en las hojas de datos. También soy guía de viajes, por lo que viajo bastante y no hay nada más placentero que ilustrar mis días de viajes con todas las experiencias y sitios que vas recorriendo. Un diario ilustrado hará que jamás olvides ese viaje que hiciste.

Dibujar quizás sea de las cosas más sencillas del mundo. Un niño, una niña pequeños pueden llevarse horas creando obras de arte. Disfrutando porque saben que lo están haciendo lo mejor que saben y no temen a que nadie cuestione su arte. ¿Alguna vez le has dicho a una pequeña que ese caballo que ha dibujado no tiene perspectiva porque las patas están todas al mismo nivel? ¿Por qué te lo dices a tí mismo cuando dibujas cualquier cosa?

Cuando crecemos, olvidamos la parte de disfrute en el proceso de dibujar. Esa especie de mindfulness que te absorbe cuando empiezas a trazar líneas. Nos centramos más en el resultado, en la competición de a ver quien es el que dibuja mejor. Creo que ahí está el problema: normalmente pienso que dibujo «mal» porque me comparo con otros que dibujan muy bien…o mejor dicho, que dibujan mucho.

Olvídate del resultado y comienza a crear tu arte

Mi intención es que lo intentes, que olvides el resultado final y disfrutes del proceso creativo. Esto es mucho más fácil si tienes un modelo que te haga investigar. Indagar por qué es así y no de otra manera y además, aprender en este proceso. Este modelo es la naturaleza. Llena de sorpresas a poco que empieces a investigar, de rincones, de minimalismos, de estructuras sencillas y complicadas, de procesos y sobre todo, de belleza. Olvidarás que estás dibujando para una galería de arte, porque tus dibujos servirán de ilustraciones para tu diario.

Descubrirás que empezar a dibujar mirando la naturaleza de tu alrededor es una actividad muy placentera. Desarrollarás tu creatividad intelectual y verás cómo en poco tiempo, tu propio estilo aflorará por sí solo. Finalmente, te convertirás en aquella artista que siempre has sido.

No lo pienses más, no dibujas mal. Solo tienes que ponerte y si tienes ganas, te divierte y tienes curiosidad por el mundo que te rodea…¿por qué no empezamos?